La mujer más fea del mundo

Llevo un rato intentando empezar a escribir sobre La mujer más fea del mundo y confieso que me está costando. Hay espectáculos realmente complicados de destilar y plasmar en unas pocas palabras. Y este es uno de ellos.

Porque La mujer más fea del mundo transita la fina línea entre el monólogo y la performance, la ficción, la autobiografía y la autoficción, la tragedia y la farsa, el drama y la comedia en el espacio que ocupa el menudo cuerpo de una actriz con una de las miradas más hipnóticas que he visto últimamente y un extraño carisma que puede dejarte KO a poco que te descuides: Ana Rujas.

El texto es un cóctel explosivo de reflexiones y vivencias en torno al deseo y la insatisfacción, con una mirada marcadamente femenina y anclado en una reflexión muy personal y lúcida sobre la belleza. Bárbara Mestanza firma una dramaturgia a quemarropa: directa, dura, palpitante, con mucha carne y mucha sangre, con mucha rabia. Una dramaturgia que aborda un tema clásico en los escenarios de los últimos años (la insatisfacción y el vacío existencial son los temas de toda una generación de dramaturgos que rondan la treintena), pero con una mirada distinta, una mirada con coño, que aporta nuevos matices y nuevas ideas al desastre vital habitual. Además, el discurso sobre la belleza y sus fantasmas que empapa toda la pieza no tiene nada de frívolo, y el conjunto permite hacerse una idea de lo que supone avanzar por esta vida habitando determinados cuerpos.

Ana Rujas pone el suyo y lo viste con descaro, desgarro, picardía, fragilidad, maldad, violencia, pena, euforia, rabia, sensualidad y una voz rota con acento de Vallecas que lanza las frases con implacable ritmo. Sobre un escenario prácticamente desnudo, algo de utillería  y un poco de colaboración del público, Rujas nos guía en su descenso a los infiernos y posterior búsqueda de redención.

La mujer más fea del mundo es una experiencia teatral muy potente que nos permite conectar con nuestra faceta más autodestructiva sin complejos ni culpabilidades. Un retrato femenino tan real como difícil de ver sobre un escenario, inteligente, gamberro y bello a partes iguales. Absolutamente recomendable.

La mujer más fea del mundo
Texto, dramaturgia y dirección: Bàrbara Mestanza. Texto e interpretación: Ana Rujas. Ayudante de dirección: Edu Tudela. Asistente de dirección: Maria Roig. Dirección del trabajo corporal: Carla Tovías. Escenografía: Anna Cornudella. Audiovisuales: Nil Cardoner y Lautaro Bolaño. Diseño gráfico original: Borja Pajuelo. Fotografía del cartel: Carlos Luque. Fotografía de compañía: Miguel Triano. Producción: Júlia Simó.
Sala: Sala Atrium. Fecha: 28/12/2018. Fotografía: (c) Carlos Luque

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