Exhumación

Algún día alguien será capaz de explicarme por qué todo el mundo se atreve a hacer obras derivadas de Shakespeare. Parece contradictorio que el considerado por muchos como el mejor dramaturgo de la historia, sea también víctima de todo tipo de adaptaciones, revisiones, relecturas y reescrituras por parte de autores de todas las disciplinas. Porque, si tan buena es su obra, si tan bien lo hizo que ha llegado a nuestros días, ¿no habría que mostrar un poco más de respeto? No digo que no se pueda adaptar a Shakespeare (se han hecho cosas magníficas), pero es que parece que no se pueda adaptar a nadie más y que todo valga a la hora de enfrentarse a sus textos. ¿No podemos dejarlo tranquilo, aunque sea solo durante una temporada (teatral) y explorar otros confines? Pero, hasta ese momento, la enésima vuelta de tuerca del fenómeno shakesperiano ha resultado ser Exhumación, una adaptación de, cómo no, Hamlet.

Exhumación es un ambicioso juego de espejos entre tres momentos: la historia real que, se supone, inspiró a Shakespeare una de sus obras maestras, el propio texto de Hamlet y la anodina realidad actual de un departamento universitario que investiga los restos de los protagonistas de la historia real. Cada personaje de Hamlet tiene sus correspondientes trasuntos en las otras dos historias y la traslación funciona razonablemente bien, dada la dificultad, aunque el texto en su conjunto no hace justicia al original (y sí, si adaptas a Shakespeare te arriesgas a ser comparado con él).

Por un lado, la historia de los profesores del departamento tiene poco interés y se dilata en exceso mientras que las asunciones sobre la historia de Tycho Brahe están llevadas al extremo para hacerlas encajar en el mensaje que se quiere transmitir. Y el mensaje no es otro que la afirmación de que Hamlet no es una historia de venganza sino la historia de la pérdida de Gertrudis. Esto lleva a la siguiente conclusión: las mujeres somos malas porque el mundo que nos rodea es muy cruel. Y no, yo tampoco acabé de entender qué demonios tenía eso que ver con Hamlet ni por qué había elegido el autor esa obra en concreto para hablar de la problemática femenina.

Las interpretaciones de los actores me resultaron muy afectadas (aunque creo que se trata simplemente de una cuestión de gusto y costumbre) y la puesta en escena no me convenció demasiado, con un uso un errático de la luz y una serie de movimientos de la escenografía que no me parecieron demasiado justificados.

Reconozco que salí del teatro muy confusa. Y con ganas de releer Hamlet.

Exhumación – Autor y director: Carlos Be. Reparto: Jose Gamo, Carmen Mayordomo e Iván Ugalde. Sala: Teatre Tantarantana. Fecha: 25/09/13. Fotografía: (c) Guillermo Casas.

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