Lo único que necesita una gran actriz, es una gran obra y las ganas de triunfar

Como os podéis imaginar, después de ver Cuando todos pensaban que habíamos desaparecido sentía la necesidad de ver más cosas de Vaca 35 Teatro en Grupo. Al principio pensé que sería imposible (tenía la agenda llena y las fechas eran escasas), pero una prórroga providencial me permitió ver Lo único que necesita una gran actriz, es una gran obra y las ganas de triunfar casi en tiempo de descuento.

Lo cierto es que esta pieza ya se había visto el año pasado en la Sala Atrium y reconozco que en aquel momento no me atreví a ir a verla. El cartel, las imágenes que vi, me “asustaron”. Quizá hice bien. Creo que para todo hay un momento adecuado y estoy convencida que yo tenía que crecer como espectadora para poder apreciar esta pieza como merece.

En Lo único que necesita una gran actriz, es una gran obra y las ganas de triunfar asistimos, de nuevo, a una obra catártica, que busca emocionar al público en todos los sentidos: estresarlo, violentarlo, conmoverlo, hacerlo reír. Antes de entrar en la sala, se nos ofrece un pequeño trago de aguardiente de caña que es casi una declaración de principios: lo que sigue quizá nos queme la garganta, pero nos dejará un sabor dulce en la boca.

En un espacio minúsculo situado en el hombro izquierdo del escenario de La Villarroel, dos actrices se dejan la piel para transportarnos a una chabola de un barrio pobre y mostrarnos su vida, sus sueños, sus miedos, su amor y su ira. Casi sin distancia entre ellas y nosotros las veremos lavar ropa, cocinar, bailar… Siempre con un control extremo de los tiempos y el movimiento, siempre sin que ese control se note, como si en lugar de en un teatro, nos hubiéramos colado, de verdad, en sus vidas.

Lo único que necesita una gran actriz, es una gran obra y las ganas de triunfar empieza con mucha fuerza y, en mi opinión, pierde algo de fuelle al final, cuando la acción se alarga en extremo. Sin embargo, la experiencia que supone como espectador y el increíble trabajo de Diana Magallón García y Mari Carmen Ruiz Benjumeda bastan para justificar con creces la visita al teatro. Realmente impresionante.

Lo único que necesita una gran actriz, es una gran obra y las ganas de triunfar
Creación colectiva basada en Les Bonnes, de Genet. Dirección: Damián Cervantes. Actrices: Diana Magallón García y Mari Carmen Ruiz Benjumeda. Producción ejecutiva: José Rafael Flores. Producción Vaca 35 Teatro en Grupo.
Sala: Sala Villarroel. Data: 22/11/2015. Fotografia: (c) Damián Cervantes.

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